
Entrevista al Ruso Bonfiglio
Ruso Bonfligio «Es un desafío como entrenador con el grupo de jóvenes que te toca dirigir, a ver hasta donde uno puede dar y poder llegar . Ese desafío siempre me ha gustado como entrenador. »

Jose Javier Bonfiglio conocido como el Ruso Bonfiglio nació en Mar de Plata, Argentina, hace 52 años de los cuáles lleva 36 años dedicados en cuerpo y alma al mundo de la canasta. Casi toda su carrera en Argentina ha ido ligada al Club Peñarol Mar de Plata, cuyo primer equipo milita en la Liga Nacional de Básquetbol que es la ACB argentina.
Por sus manos han pasado equipos de todas las categorías, selecciones de Mar de Plata y fue entrenador ayudante del primer equipo.
Por sus manos han pasado jugadores como Facundo Campazzo (ahora en los Denver Nuggets , NBA) ganando juntos en el 2007 el campeonato nacional argentino en categoría cadete, y Luca Vildoza, recientemente cortado por los New York Knicks y al que entrenó en varias selecciones marplatenses. Experiencia, pasión y un gran curriculum avalan al Ruso que está totalmente integrado en el TAU Castelló.

¿Cómo te sientes dentro del TAU Castelló?
La verdad es que me siento muy bien, como si fuese una gran familia donde puedo entrenar tranquilo. Puedo explayarme en los conocimientos del básquetbol y se puede trabajar muy bien.
¿Tuviste una buena acogida a tu llegada a Castellón?
La verdad que sí, cuando llegué la acogida fue muy bien. Con el primero con el que me encontré, mejor dicho, me recibió Luís, el presidente. Después me presentó a los coordinadores, tanto a Toni como a Ximo. Enseguida, a penas llegué, empecé a trabajar ya con los benjamines y el próximo año, porque llegué a mitad de temporada, empecé con la liga junior con Joan Castillo. Como te expliqué anteriormente, fue una buena llegada y me abrieron las puertas como si uno fuese de la ciudad eternamente.
¿Es muy diferente el baloncesto argentino al español?
La diferencia, hablando del básquetbol superior, la superioridad la tiene Europa, en este caso España, por ser un básquetbol de las grandes potencias. En divisiones menores, hablando de junior, se divide en zonas. Lo que llamaríamos una zona central en Argentina, lo que es la provincia de Buenos Aires, la de Córdoba, la de Entre Rios y la de Santa Fe; son las zonas fuertes como acá podría ser Madrid y Cataluña. Después está la zona sur, lo que vendría a ser la Comunidad Valenciana, con un segundo nivel de básquet. Después está el norte bien norte, ya arriba, que es un nivel de básquet mucho menor.
¿Que es lo que más te gusta del baloncesto argentino y lo que menos?
Lo que me gusta del basquetbol argentino, y más cuando estás dirigiendo un nivel semiprofesional con jóvenes que están a un paso del primer equipo, es esa dinámica de actitud y sangre: no quieren perder a nada y se te hace mucho más fácil. Hay entrenamiento todos los día, a veces doble turno… jugadores que conocen, a una edad de 19 y 20 años, lo técnico y táctico… Ya te digo, esa actitud del jugador de no querer perder a nada. Después los estadios… los estadios con gente, estamos siempre y llevamos más allá el partido. Lo que no me gustaba en Argentina, lo que menos, es la distancia. Es muy grande Argentina, tiene un largo de 5 000km y un ancho de 2 000, así que cuando nos tocaba ir a jugar o intercambiar equipos del norte o del sur, eran viajes largos de micro-bus.

Y del baloncesto español¿ qué te gusta más y que menos?
Creo que tanto la competencia y la organización son buenas. Una cosa que me sorprendió y de lo que más me gusta del básquet español es la organización que tienen, con un calendario a cuatro cinco meses, y que sepas cuando juegas. Eso vale mucho porque uno se organiza semanalmente los entrenamientos sabiendo cuando tienes los juegos y eso es muy bueno. ¿Lo que menos me gusta del básquet español? Aunque en realidad es todo bueno, si tuviese que decir algo de esta zona en la que estoy trabajando estos tres años es que no me adapto todavía a los jóvenes. Como diríamos nosotros tienen mucho “pero”. “Pero” para entrenar, “pero” para hacer esto… “que no”, más de cuatro días no se puede entrenar, “que no” que lo estás fastidiado… Hablas con un chico de 19 o 20 año y siempre está el padre atrás. Son cosas que allá no se dan. Pero yo sé que es otra idea, otra forma de ver el deporte y todavía estoy adaptándome a esa faceta, pero me cuesta y ya voy en camino de adaptación del joven español.
¿Te costó adaptarte a este baloncesto?
La verdad que, estuve el primer año con Joan Castillo, y no me costó mucho. Es un básquetbol dinámico como el que se juega allá: de correr y buscar opciones rápidas. Así que me adapté rápido. Después del segundo año ya estuve con Ramón, que el también tiene una idea de un básquetbol más defensivo. Me adapté mucho mejor todavía porque me dio lugar a que estuviese con la defensa, me adapté mucho más que el primer año. La verdad que me adapte rápido y hoy podría decir que estoy adaptado al básquetbol español.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo como entrenador?
Lo que me gusta del trabajo como entrenador es comenzar todas la temporadas con un equipo diferente, poder explayarme en el conocimiento de los 36 años que uno tiene sobre las espaldas y buscar que el trabajo que uno realiza, con responsabilidad, en cada entrenamiento nos muestre ese camino en el horizonte cuando termine la temporada, en que lugar estamos. Creo que si uno hace un buen trabajo, siempre, los resultados van a ser buenos: eso es lo que más me gusta. El desafío como entrenador con el grupo de jóvenes que te toca dirigir, a ver hasta donde uno puede dar y poder llegar . Ese desafío siempre me ha gustado como entrenador.

Este año de entrenador del senior C ¿cómo ves al equipo en su primera temporada en autonómica?
Este año es el primer año que voy a ser el entrenador jefe de un equipo del club, yo había venido desde Argentina con todos los niveles de entrenador y acá en España no me lo han reconocido. Bueno, tuve que hacer en estos tres años tanto en nivel 1 como el nivel 2 y esta temporada ya puedo tener un equipo mio, así que es un doble desafío. Estos chicos recién van a hacer la primera temporada, vienen de ascender la temporada pasada, es una competencia importante. Los chicos se están preparando, hay jugadores con experiencia y otros que no, es un campeonato y , como había dicho anteriormente, el trabajo nos va a poner en el lugar que debemos estar. Están trabajando con mucha actitud y muchas ganas, y lo que uno busca principalmente como entrenador es tratar de que cada jugador sea la mejor versión al terminar la temporada. Si un jugador termina con mayor conocimiento y siendo mejor que el primer día de la temporada, ya uno se queda muy conforme. Así que, son cerca de 30 partidos y una vez que termina ese camino que yo llamo el camino hacia e horizonte, que no se puede ver, nos va a poner en la realidad de como estuvimos durante el año.
¿Te gustaría entrenar a otro Campazzo pero en el TAU Castelló?
La verdad es que sí es un orgullo muy grande haber podido dirigir dos jugadores, a dos bases, del nivel de Facundo Campazzo y Luca Vildoza. Facundo Campazzo fue reclutado por Peñarol cuando yo estaba como entrenador y a Luca Vildoza lo he dirigido en muchas selecciones tanto marplatenses como provinciales. Sí que me gustaría que hubiese un jugador como ellos en el TAU, le daría aun nivel muy importante al club y sería importante para los chicos que comiencen desde abajo ver jugadores de ese nivel.

¿Cómo ves en general la cantera del TAU Castelló?
Desde que estoy yo en el club, cuando llegué no hace mucho, había una cantidad razonable de chicos. Después se vio la pandemia y el año pasado no hubo tanta cantidad debido a que las familias todavía no querían mandar a los niños a hacer deporte por el miedo a contagio. Pero bueno, este año veo que hay más fluidez de chicos abajo, practicando el deporte y me parece que vamos en camino de recuperar la cantidad de chicos. Así que, veo en buen camino la cantera.