Resumen
EL AMICS CASTELLÓ PAGA CON LA DERROTA SU COLAPSO EN EL TERCER CUARTO ANTE EL CAJA RURAL ZAMORA
AMICS CASTELLÓ 72
CAJA RURAL ZAMORA 84
AMICS CASTELLÓ: Ngom (15), Arcos (11), Menéndez (4), Minlend (11), Roig –cinco inicial–; Faner (2), Tate (7), Etxeguren (5), Stutz (11), Okouo (6) y Moto. 18 faltas. Eliminado Stutz.
CAJA RURAL ZAMORA: Hearst (13), Buckinghan (8), Walker (21), Round, Nikic –cinco inicial–; Powell (19), Hanzlik (7), Naspler (4), Paukste (6), Saintel (2) y Lo (4). 24 faltas. Eliminado Round.
ÁRBITROS: Asier Quintas, Fernando Ibáñez, y Miquel Remisa.
PARCIALES: 9-11, 18-19, 28-26, 38-38 (descanso); 43-52, 53-64, 62-71 y 72-84 (final del encuentro).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la tercera jornada de Primera FEB con unos 1500 espectadores en las gradas del Ciutat de Castelló.
El Amics Castelló no pudo y no supo alzarse con la victoria en su compromiso liguero ante el Caja Rural Zamora, un choque muy intenso y duro en el que primaron las fuertes defensas sobre los ataques, que tampoco brillaron especialmente. El choque estuvo igualado en sus dos primeros cuartos, pero en el tercero los locales sufrieron un colapso que les acabó costando el partido. Hubo esfuerzo e intento de remontada en el último periodo, pero faltó tiempo y algo de ideas para cumplimentar la remontada.
El combinado de La Plana sorprendió con un quinteto inicial un tanto extraño, el cual supo imprimir la dureza y ritmo necesarios, aunque sin demasiado acierto hacia el aro rival, fallando algunas situaciones bastante claras. Los castellonenses movían el banquillo, pero no solucionaban su problema ofensivo, que derivó en el primer tiempo muerto que solicitó Fede Castelló, con 9-15 en el luminoso en el minuto 8. En el conjunto castellano, su escolta Hearst se mostraba inspirado, con 7 puntos en su cuenta, pero tras la pausa del técnico local, se vio otro Amics. Los de La Plana tenían su mejor arsenal ofensivo sobre la pista y en cuanto empezaron a carburar se niveló el marcador al término del primer cuarto (18-19).
El buen hacer castellonense se confirmaba a medida que pasaban los minutos. La defensa era sólida y Stutz veía aro con facilidad, con lo que se llegó a un pequeño estirón de los anfitriones (24-19, min. 12). A partir de ahí, el Amics Castelló estuvo atascado ofensivamente, en parte debido a la presencia del gigante visitante Paukste, quien frenaba muchas acometidas locales con sus 2,24 metros de altura. Hasta el descanso, el choque atravesó una fase de juego todavía más duro, donde primaban las defensas y apenas se daban concesiones. La igualdad era máxima, como reflejaba el parcial cuando ambos contendientes se fueron al vestuario a tomar un respiro (38-38).
En la reanudación siguieron los problemas para el combinado anfitrión. Su perímetro era objeto de una dura y agresiva, pero cuando intentaba penetrar o poner un balón interior ahí estaba el gigante Paukste para incomodar muchísimo. Con estos problemas en ataque y el acierto de los zamoranos en los triples (especialmente de Powell), sonó la señal de alarma en el minuto 23, con 40-49 en el electrónico. Los de La Plana daban malas sensaciones, porque no había fluidez en sus ataques, los cuales se basaban en acciones individuales sin buena selección en la mayoría de los casos. La cosa se puso realmente fea en la recta final del tercer cuarto, ya que la renta visitante superaba los 10 puntos (48-62, min. 29), ya que el Caja Rural Zamora aprovechaba mejor sus posesiones, sabía obtener una mejor selección de tiro.
El último cuarto se afrontaba de inicio de manera desfavorable, necesitando apretar más las clavijas en defensa y que algunos jugadores salieran de su letargo anotador. Con esta medicina, el Amics Castelló logró bajar de la barrera psicológica de la decena de puntos (62-71), aunque solo quedaban 6 minutos por delante. Los ansiados triples de los locales empezaron a llegar, así como los robos de balón y las cosas se apretaron (69-74 a 3:37 del final), con lo que las gradas del Ciutat empezaron a rugir. Ante la dificultad, Fede Castelló apostó también por la presencia de dos bases en pista para dinamizar el choque y se veían los frutos tras un triple de Ngom que estableció el 72-75 a 2 minutos del final. Por desgracia, un triple de un inspirado Walker puso la victoria prácticamente imposible (72-78), como finalmente ocurrió al no aprovechar los locales las posesiones más importantes del partido. El empujón final llegó tarde y no pudo ser.