Resumen
EL TAU CASTELLÓ CAE CON HONOR ANTE EL HISTÓRICO MOVISTAR ESTUDIANTES
TAU CASTELLÓ 66
MOVISTAR ESTUDIANTES 78
TAU CASTELLÓ: Rozitis (15), Alvarado (13), Hook (7), Hermanson (6), Stutz (14) –cinco inicial–; Faner (6), Torres, Sikiras (4), Hernández (1) y Sabaté. 22 faltas. Eliminado Toni Ten.
MOVISTAR ESTUDIANTES: Fagiano (14), Dee (6), Martín (20), Poirier (4), Domínguez (1) –cinco inicial–; Jackson (5), Sola (3), Dos Anjos (4), Stoilov (13) y Durisic (8). 24 faltas.
ÁRBITROS: Sandra Sánchez, Juan Ramón Hurtado y Javier Villanueva.
PARCIALES: 8-7, 17-16, 28-19, 31-34 (descanso); 35-44, 47-53, 56-63 y 66-78 (final del encuentro).
INCIDENCIAS: Gran ambiente en el pabellón Ciutat de Castelló, con unas 2500 personas en las gradas. Se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria del recientemente fallecido fisioterapeuta burrianense Manolo Granell.
No pudo ser. El Tau Castelló cayó ante un histórico del baloncesto español como es el Movistar Estudiantes, claro favorito al ascenso en todas la quinielas. Lo intentaron los discipulos de Toni Ten, a los cuales no se les puede reprochar falta de esfuerzo, pero tras una primera parte ilusionante, los visitantes hicieron valer su calidad y experiencia para llevarse el triunfo. Eso sí, el cuadro madrileño se tuvo que emplear a fondo para llevarse el triunfo del Ciutat.
El partido dio comienzo con los interiores de ambos equipos acaparando la anotación. El Tau intentaba revolucionar el ritmo del partido en las transiciones, donde sacaba más ventaja para sorprender a su rival. Donde tambien destacaban los de Toni Ten era en defensa, sujetando bien a sus peligrosos rivales, robando balones y haciendo que su renta fuera muy interesante a los 6 minutos del partido (12-7). En el cuadro local estaba especialmente inspirado Rozitis, que anotaba en los balones doblados que le llegaban y en continuaciones de bloqueos, aunque por el otro lado el veterano ala-pívot Nacho Martín mantenía a los colegiales con opciones al término del primer cuarto (17-16).
En el siguiente periodo, la intensidad defensiva subió algún punto más. Los de La Plana optaron por un perímetro más dinámico con sus dos bases Alvarado y Faner, secundados por Hook. A su vez, Pablo Hernández estaba de 4, lo que suponía una cara apuesta pot el small-ball para correr, lo que mejor sabe hacer el Tau Castelló. La apuesta funcionó, ya que el combinado anfitrión volvió a abrir brecha (26-18, min. 14) y el Estudiantes tuvo que pedir tiempo muerto. A partir de ahí, los madrileños encontraron una forma para anotar con facilidad: penetrar y doblar. En cuanto Rozitis saltaba a las ayudas defensivas, facilitaban el balón a sus pívots, los cuales anotaban sin problemas. De este modo, la renta castellonense voló y a 2 minutos del descanso el encuentro estaba igualado a 29. Además, el combinado de La Plana tenía ahora un buen atasco en ataque, por lo que las buenas sensaciones e ilusión del principio se convirtieron en cierta preocupación cuando los dos conjuntos se fueron al vestuario (31-34).
En la reanudación no mejoró la cosa. Nadie encontraba opciones para anotar en los locales, especialmente Hermanson, quien buscaba sus triples, pero siempre mal posicionado. El Movistar Estudiantes defendía muy fuerte, robaba balones y en ataque seguía a lo suyo, por lo que saltó la alarma en el minuto 24 (33-44). Nacho Martín se mantenía como principal peligro para los castellonenses, ya que ahora estaba muy certero en los triples. Fue entonces cuado el Tau Castelló, contra las cuerdas, se puso a jugar a tumba abierta. Defensa al límite, velocidad y ataques directos. De este modo, guiados por Alvarado y sus tripes (gran acierto en los tiros tras pick) y con el debutante Sikiras sumando puntos con su buen juego de pies en la pintura, el último cuarto se afrontaba con esperanza (47-53).
Nos plantamos en el último cuarto y Toni Ten volvió a echar mano de la artillería ligera, aunque un arreón de los madrileños volvió a sembrar la inquietud (52-62, min. 34). Lo estaba haciendo bien el Tau, pero es que el Estu es mucho Estu y penalizaba al máximo los errores de los locales para seguir anotando y abortar cualquier intento de remontada castellonense. La parroquia local esperaba un arreón mágico de los azulejeros en forma de fulminantes contrataques y varios triples seguidos, pero los minutos pasaban, la diferencai permanecía estable y los del Maeztu afianzaban sus opciones para un victoria que finalmente se produjo sin excesivo sufrimiento.