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¡Victoria histórica en el último segundo!

HISTÓRICA VICTORIA DEL TAU CASTELLÓ SOBRE EL ESTUDIANTES CON UN ALUCINANTE TRIPLE EN EL ÚLTIMO SEGUNDO

TAU CASTELLÓ                            87

MOVISTAR ESTUDIANTES         86

TAU CASTELLÓ: Nesbitt (4), Alvarado (17), Dijkstra (4), Stutz (24), Hook (8) –cinco inicial–; Soumbey Alley (13), Faner (10), Bilbao (7) y López. 19 faltas. Sin eliminados.

MOVISTAR ESTUDIANTES: Hughes (23), Sola, Larsen (10), Smith (4), Leimanis (17) –cinco inicial–; Jorgensen (13), Jawara (7), Atencia (10), Alderete, López (2), Domínguez y Franch. 24 faltas. Sin eliminados.

ÁRBITROS: Josep Maria Olivares, Asunción Langa y Alejandro Benavente.

PARCIALES: 8-18, 15-32, 28-36, 40-43 (descanso); 49-51, 60-59, 70-74 y 87-86 (final del encuentro).

INCIDENCIAS: Buen ambiente en el pabellón Ciutat de Castelló, con cerca de 2000 espectadores en las gradas a pesar de celebrarse el choque en un horario diferente al habitual. No jugaron por lesión Xavi Rey y Edu Durán.

            El TAU Castelló escribió una página más en su historia al conseguir vencer por primera vez en su historia a un clásico del baloncesto español como es el Movistar Estudiantes. Si la victoria de hace unas semanas ante el Zunder Palencia fue un éxtasis, todavía lo fue más la lograda ante el cuadro colegial. Llegó tras un flojo primer cuarto, pero un impresionante trabajo a continuación que se vio culminado con el triple de la victoria convertido por Alvarado a dos décimas del final. No pudo salir la afición local del Ciutat de Castelló más contenta y orgullosa de su equipo que lleva 8 victorias en los últimos 10 partidos.

              Contra todo un Movistar Estudiantes no se puede empezar como lo hizo el TAU: defendiendo flojo, dejándose coger rebotes y perdiendo balones. Orenga tuvo suficiente con lo que vio en apenas minuto y medio y solicitó el primer tiempo muerto con un incómodo 0-6 de entrada. Por suerte, tras la pausa técnica, los locales enchufaron dos triples seguidos y la reprimenda desde el banquillo se notó, ya que se vio más intensidad en defensa. Sin embargo, los de La Plana tenían  un problema, ya que no podían frenar al pívot visitante Larsen, quien en menos de 5 minutos ya llevaba 6 puntos. También se sumó a la fiesta desde el perímetro los estudiantiles Hughes y Leimanis, mientras que el combinado anfitrión casi que no hacía otra cosa que tirar triples tras bote y/o bloqueo directo sin apenas acierto. La cosa se puso entonces bastante fea (8-22, min, 7), por lo que los locales probaron con artillería más ligera (Stutz y Bilbao de interiores) y Faner llevando la batuta. El TAU estaba realmente atascado en ataque, aunque en el tramo final de este primer periodo arañó algunos puntos desde la línea de personal y con una decidida penetración de Faner. No obstante, los madrileños seguían a lo suyo, porque si no era uno era otro el que le hacía un agujero a los de La Plana. Concretamente, en este tramo era el base Atencia, que las metía de todas las maneras, con lo que se llegó al minuto 10 con 15-32 en el luminoso.

            Con la presencia en pista de Soumbey Alley, el TAU encontró una buena y nueva manera de hacer daño a su rival con sus penetraciones hacia el aro. Además, el colectivo apretó los dientes en defensa, controló un buen número de rebotes gracias sobre todo a Jorge Bilbao, Stutz destapó el tarro de las esencias y las transiciones ganaron velocidad. De este modo, los azulejeros lograron en 5 minutos un gran parcial de 12-4, con lo que el marcador reflejaba en el ecuador de este periodo un 28-36 más esperanzador. El conjunto madrileño se sujetaba ahora gracias a la calidad de su gran estrella y máximo anotador Leimanis, mientras que los locales eran cada vez más corales y certeros desde más allá de la línea de 6,75. Dos espectaculares triples seguidos de Alvarado y una canasta de pillo de Stutz pusieron ya del todo nervioso al entrenador estudiantil, que tuvo que agotar sus tiempos muertos cuando su adversario le echaba el aliento encima al borde del descanso (38-41). Así pues, un cuarto para cada equipo, ya que el segundo tuvo un parcial claramente favorable a los discípulos de Orenga (25-11) y había partido nuevo por delante.

            Tras la pausa,, el Movistar Estudiantes demostró de nuevo que tiene donde elegir cuando se encuentra en apuros. En esta ocasión, fue Hughes el responsable de que los madrileños volvieran a abrir brecha (43-51, min. 24), pero tres triples seguidos de los castellonenses volvieron a apretar la situación en poco más de un minuto. El TAU no era el vendaval ofensivo del segundo cuarto, pero sus variantes defensivas le permitieron controlar a los madrileños y que el encuentro siguiera muy nivelado. Los de Orenga remaban y fruto de ello llegó la culminación de la remontada, cuando al fin se pusieron por delante al acabar este tercer periodo (60-59). El parcial del cuarto volvió a ser para los locales (20-16), siendo la única mala noticia la temprana cuarta falta de Bilbao, que estaba siendo un importante valladar.

            La recta final del choque fue de tensión máxima. El TAU continuó haciendo mucho daño con los triples, ya que en el minuto 34 ya tenía 10 convertidos en su cuenta, pero la igualdad máxima se mantenía,, ya que los madrileños tenían toda su artillería en pista y arañaban puntos con las pequeñas concesiones que le daban los azulejeros. Tras una serie de ataques desacertados de los locales, Orenga tuvo que pedir tiempo muerto por una pequeña ruptura que provocaron los visitantes (70-76, min. 36). Con esfuerzo y tesón, los de La Plana lograron empatar el partido a 1:45 del final a 79 puntos. Un triple de Hughes (su punto 23) hizo daño, pero la respuesta fue una canasta de Alvarado, replicada por otra de Leimanis. Con 42 segundos por jugar, el marcador era 81-84, pero apareció un inconmensurable Stutz para empatar con un triplazo (el 13º del equipo) a 20 segundos del final. Los de La Plana decidieron hacer falta para tener la última posesión. Leimanis convirtió los dos tiros libres, pero un indescriptible, alucinante, apoteósico triple desde la esquina de Alvarado (para quitarse el sombrero su partido) a tan solo dos décimas del final certificaron este histórico y merecido triunfo del TAU Castelló que se recordará por mucho tiempo y que hizo vibrar como en las grandes ocasiones a la afición del Ciutat.