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Ya tenemos la segunda

EL TAU CASTELLÓ SABE SUFRIR Y TRABAJAR DURO PARA IMPONERSE AL GRUPO ALEGA CANTABRIA

TAU CASTELLÓ                               76

GRUPO ALEGA CANTABRIA         72

TAU CASTELLÓ: Nesbitt (7), Durán (11), Alvarado (4),Rey (7), Stutz (19) –cinco inicial–; Soumbey Alley (4), Faner, Bilbao (3), Sabaté (12), Dijkstra (2) y Hook (7). 21 faltas. Sin eliminados.

GRUPO ALEGA CANTABRIA: Peña, Bulic (7), Marín (10), Harrar (10), Sans (3) –cinco inicial–; Cabral, Smith (18), Moussa (2), Palazuelos (3) y Sanz (14). 25 faltas. Sin eliminados.

ÁRBITROS: Mikel Cañigueral, Juan Ramón Hurtado y José María Arresa.

PARCIALES: 2-13, 12-21, 23-34, 35-38 (descanso); 46-46, 57-59, 66-61 y 76-72 (final del encuentro).

INCIDENCIAS: Alrededor de 1800 espectadores en el pabellón Ciutat de Castelló. Se guardó un respetuoso minuto de silencio por José Manuel Llaneza.

            El TAU Castelló tuvo que trabajar duro para llevarse la victoria ante el Grupo Alega Cantabria,  con lo que suma su segundo triunfo en cuatro jornadas, el primero de ellos en el Ciutat. El partido sólo se decantó en el último tramo del a favor de los discípulos de Orenga, quienes sufrieron un buen susto en el primer cuarto con las claras rentas que disfrutaba su rival. Los locales entendieron que había que ponerse el mono de faena y que el partido se tenía que ganar desde atrás, como así finalmente ocurrió.

            El partido empezó de manera desagradable, ya que a los pocos segundos se lesionó el pívot visitante Peña, quien apenas podía andar tras su percance. En sus primeras acciones ofensivas, el TAU Castelló se encontró con un rival duro defensivamente, que salía muy agresivo en la contención del bloqueo directo, pero los locales no lo sabían aprovechar buscando a los hombres altos. A los de La Plana también les faltaba tono defensivo, por lo que se produjo un parcial de 2-13 y los pertinentes cambios de Orenga, que apostó por una garantía de intensidad que son siempre Faner y Bilbao, bien secundados por Soumbey Alley. Pronto quedó claro que ese era el camino: defensa, intensidad y lucha; con lo que Orenga echó más leña al fuego poniendo en pista poco después a Hook y Sabaté. El resultado al término del primer cuarto siguió siendo preocupante (12-21), pero al menos las sensaciones eran mucho mejores. Una vez más se demostró que en baloncesto cuando estás activado atrás, las cosas en ataque salen mejor. Eso sí, había un gran lastre que era el acierto en los triples, con una serie de 1 de 8 en los primeros 11 minutos de partido. En los tiros libres, tampoco iba bien la cosa. Por su parte, en esta faceta desde más allá de la línea de 6,75, los visitantes llevaban 5 de 9, lo que explicaba en gran medida el devenir del encuentro.

            El nivel defensivo de los castellonenses se mantenía alto y la pelotita empezaba a entrar. Llegaron los puntos cerca del aro con buenas combinaciones de Stutz y Xavi Rey, transiciones rápidas generadas por la buena defensa y control del rebote y los triples, siendo el más celebrado el que metió Edu Durán para poner el 31-34 en el luminoso, ya que eran sus primeros puntos tras un año lesionado. Así pues, el TAU Castelló había vuelto a meterse en el partido al descanso, al que se llegó con un marcador global de 35-38 tras un parcial de 23-17 en el segundo cuarto.

            El choque siguió bajo un guión similar en lo compases posteriores. Así pues, la igualdad era la nota predominante, pero el TAU no conseguía abrir brecha a pesar de la racha de acierto que estaba exhibiendo Stutz en esos momentos, que las metía de todos los colores. Por el otro lado, los cántabros tenían en los exteriores Smith y Sanz sus principales referentes ofensivos. Así pues, la cosa estaba al rojo vivo, con ambos contendientes empleándose a fondo.

            En el cuarto periodo, continuaba la igualdad, pero a los dos minutos se produjeron dos buenas noticias: El Grupo Alega Cantabria entró en bonus por solo una falta del TAU, mientras que un triplazo de Durán y un mate de Hook dieron la primera renta jugosa para los anfitriones (64-59, min. 33). A partir de ahí, los visitantes apretaron todavía más los dientes y anotar se convirtió en una tarea muy complicada, ya que en más de una ocasión se agotó el tiempo de posesión para un TAU que tampoco daba muchas opciones y  provocaba pérdidas en su adversario. La defensa, el rebote y una canasta con temple de Alvarado a 2:29 del final dieron algo de respiro (68-63); y más todavía tras un robo de Sabaté, al que hicieron falta y convirtió los dos tiros libres (70-63, min. 38). Los cántabros pelearon y lo intentaron hasta el final, pero pasaban los segundos y el partido se ponía cada vez más de cara para los de Orenga, que certificaron un merecido en importante triunfo, aunque con bastantes dosis de sufrimiento.