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Se luchó contra el Estu

EL AMICS CASTELLÓ AGUANTA HASTA EL TERCER CUARTO CONTRA EL PODEROSO MOVISTAR ESTUDIANTES

AMICS CASTELLÓ                                   68

MOVISTAR ESTUDIANTES                    84

AMICS CASTELLÓ: Martínez (9), Jankovic (7), Franch (11), Domínguez (6), Stutz (6) –cinco inicial–; Faner (7), Manchón (8), Bressan (11) y Hermanson (3). 22 faltas. Sin eliminados.

MOVISTAR ESTUDIANTES: Wintering (11), Alonso (14), Murphy (3), Larsen (4), Carrera (22) –cinco inicial–; Dee (22), Nzosa (2), Sola (4), Leimanis (2), Suárez (2) y Giovanetti. 19 faltas. Sin eliminados.

ÁRBITROS: Eric Carrera, Pol Franquesa y Sergio Acevedo.

PARCIALES: 12-12, 21-20, 34-33, 40-43 (descanso); 49-52, 59-65, 62-75 y 68-84 (final del encuentro).

INCIDENCIAS: Buen ambiente en el pabellón Ciutat de Castelló, con alrededor de 2000 espectadores en las gradas.

              El Amics Castelló cayó con dignidad ante un histórico del baloncesto español como es el Movistar Estudiantes, el gran favorito en todas las apuestas para lograr el ascenso a ACB. Los hombres que entrena Juan Orenga compitieron de tú a tú al conjunto madrileño en la primera parte del choque, pero los visitantes apretaron más en defensa en el tercer cuarto y haciendo valer la calidad de su plantel y su superioridad en el rebote se acabaron llevando el triunfo sin gran sufrimiento. .

            En los compases iniciales, hubo bastante control, con transiciones lentas y mucho ataque posicional. Los colegiales buscaban a su interior Carrera para intentar hacer daño en los unos contra uno ante Stutz, mientras que los locales basaban su anotación en los triples, con Álvaro Martínez y Josep Franch especialmente inspirados en esta faceta. El Amics, para protegerse por dentro, pasó a defender en zona, lo que aprovechó esta vez Carrera para convertir dos triples gracias a su versatilidad. Como respuesta, los de La Plana buscaron a Stutz, lo que dio buenos réditos. A su vez, las defensas no es que fueran muy intensas ni se veían muchas faltas, con lo que el primer cuarto finalizó bastante nivelado (21-20).

            El siguiente periodo siguió con un guion parecido, aunque ya no había tanta puntería en los triples por el bando local, pero sí se empezó a sumar puntos gracias al juego de los interiores (buenos minutos de Bressan), penetraciones y las asistencias de Faner, lo que provocó el primer tiempo muerto de los madrileños (34-30, min. 14). La verdad es que el Amics estaba dominando a todo un Movistar Estudiantes, pero en estos equipos hay muchos recursos en sus poderosas plantillas; y se personalizó en Dee, quien con su recital de triples evitó que abrieran brecha los discípulos de Orenga y se mantuviera la igualdad. Igualmente se hizo notar claramente la mayor cantidad de kilos y centímetros en los madrileños (Ngom estaba lesionado), traducida en una sobrada superioridad en el rebote (12 a 23 en el descanso, ni uno ofensivo por parte del Amics). Lo estaba haciendo bien la escuadra de la capital de La Plana, pero aún así no servía para acabar la primera parte por delante en el luminoso (40-43).

            Tras la pausa, se vio algo más de defensa, ritmo, con transiciones más rápidas y ataques más directos. Lo que también cambió fue el criterio arbitral, ya que se encadenaron una serie de decisiones más que dudosas.  A pesar de las dificultades, los castellonenses no permitían que su rival se escapase agarrándose a la pista, con un Jankovic que peleaba como un jabato sumando valiosos puntos bajo los tableros. Mientras, en el otro bando, Carrera seguía acaparando el juego ofensivo del Estudiantes. La exhibición del venezolano, acompañada por unos ataques desafortunados de los locales, hicieron que en la recta final de este tercer cuarto sonara una pequeña alarma (56-63, min. 29).

            Dee se sumó a la fiesta del Movistar Estudiantes y la diferencia se estiró todavía más (59-70, min. 31). Al Amics se le veía ya sin muchos recursos, ya que no encontraba tiros de tres cómodos y cuando optaba por penetrar se le hacía de noche ante la cerrada defensa visitante. Para dificultar la empresa un poco más, el rebote se mantenía como un serio problema. Tras varias posesiones sin anotar y una nueva canasta de Carrera la cosa pintaba realmente mal, por el resultado (59-72, min, 34) y las sensaciones. Orenga pidió tiempo muerto, hizo algunas variantes defensivas y movió el banquillo, pero a medida que pasaban los minutos sus discípulos se mostraban más nerviosos y apresurados. De este modo, la victoria se volvió imposible y se acabó yendo hacia Madrid con un último tramo del partido bastante intrascendente, aunque eso sí, peleado por el Amics hasta el último suspiro.